Uno de los animales más interesantes en un safari: el león


Si tienes pensado viajar a África para hacer un safari, es probable que hayas empezado a buscar por internet y las primeras entradas con las que te has encontrado son: “animales en un safari”, “fauna que puedes ver” “los cinco grandes de un safari”. Y es que, sin duda, los animales son uno de los elementos clave en esta aventura.

Es cierto que los paisajes, la cultura y las tradiciones hacen que nuestro viaje valga la pena, pero son los animales los que ponen el broche de oro, quienes convierten el continente en único.
Al estar en su entorno, en libertad, no es posible asegurarte que puedas contemplar la belleza de todos los animales en un safari. No obstante, es muy probable que disfrutes de cerca de elefantes, guepardos, búfalos, rinocerontes, jirafas, hipopótamos, cebras, gacelas, ñus o hienas. Pero si hay un animal que nos llama de forma poderosa la atención en esta lista, es el rey de la sabana: el león.

El león en un safari


Por suerte, el león se ha convertido en un animal habitual en el safari ya que ha disminuido la caza de forma progresiva a lo largo del tiempo. Esto ha dado lugar a una gran proliferación de reservas naturales.
El león, procedente de la familia de los félidos, puede a llegar a pesar hasta 250 kg. Si se trata de un macho unos 180 kg y alrededor de 120 si es una hembra. Esto le convierte en el segundo felino más grande después del tigre. Hay que destacar que los leones tienen un tamaño diferente según el medio ambiente y la zona en la que se encuentren. Por eso hay una gran variedad de tamaños y pesos. En concreto, los de África Austral, tienden a pesar un 5% más que los de África Oriental.
Es fácil encontrar a un león en un safari, puesto que suelen estar en sabanas, zonas de arbustos y hierbas. Muchas veces el encuentro puede resultar frustrante ya que duermen unas 20 horas al día en zonas de sombra. Pero no hay que desistir: solo hay que armarse de paciencia, estar atento y observar. El sol se va moviendo, así que se verán obligados a moverse. Además, aunque cazan por la noche, durante las horas diurnas tienen que beber, por lo que es probable que los veamos acercándose a algún río o charca.
En nuestro viaje podemos contemplar manadas compuestas de la hembra seguida por sus crías y algunos machos adultos. Si la frase anterior te ha generado dudas: no temas. Siempre se ven a una distancia prudencial y con las medidas de seguridad adecuadas. Además, el león no suele ser antropófago, se alimenta cazando otros animales de la selva.
Si te preguntas cómo distinguir al león en un safari es muy simple: los machos se caracterizan por su gran melena, convirtiéndolos en uno de los símbolos más emblemáticos de nuestra cultura.
Por su parte, las hembras, además de no contar con esa melena, tienen un tamaño inferior.