Los cinco grandes de un safari en África
Si estás pensando en hacer un safari por África y has comenzado a buscar cosas, lo más probable es que ya te hayas topado con el térmico ‘Big Five’ o ‘los cinco grandes’. Pues bien, no es casualidad. Esta es la forma a la que se conoce al grupo formado por el león, el leopardo, el rinoceronte, el búfalo y el elefante. ¿Sabes por qué reciben este nombre?
Si te estás planteando el motivo por el que se llaman así te decimos ya que no, no es por su tamaño. Mucha gente llega a esta errónea conclusión e incluso se pregunta por qué el hipopótamo no forma parte de este grupo si pesa grandes toneladas. Sin embargo, la denominación de “big Five” tiene mucha historia y el motivo no es el tamaño de los animales.
El origen de los cinco grandes
El origen del término los cinco grandes se remonta a principios del siglo XIX, cuando los exploradores llegaron a África. Fue en ese momento cuando comenzaron a cazar por deporte. Personalidades de todo el mundo viajaban a África con la única intención de conseguir cazar a alguno de estos animales. Recibieron el nombre de ‘los cinco grandes’ debido a su popularidad y su fama: era muy difícil y peligroso poder rastrearlos y cazarlos a pie.
Los dueños de las reservas en las que se encontraban los cinco grandes se dieron cuenta de que estos animales eran auténticas joyas. Fue así como empezó la época de conservación de estos animales. En lugar de cazarlos, decidieron preservarlos. Precisamente fueron los animales que más miedo les daban a los cazadores los que se convirtieron en los favoritos de los visitantes.
Si estás pensando en hacer un safari en África, recorrerás numerosos parques naturales donde podrás disfrutar de ‘los cinco grandes’, sacarles las mejores fotos posibles y quedar impresionado por su grandeza y hegemonía.
Los cinco grandes de un safari: características y encanto
Los cinco grandes han pasado de ser las delicias de los cazadores a convertirse en el mayor reclamo turístico de África. Cada vez son más las personas que deciden hacer un safari en África para poder contemplar el esplendor de estos animales en su propio entorno.
- El león es el más popular de los cinco. Se trata del mayor icono en los safaris y es conocido como el rey de la selva. Es un animal poderoso. Todos aquellos que realizan un safari en África se levan la misma impresión: es imponente y peligroso. Sehún los expertos en conservación, podrían quedar alrededor de 25.000 ejemplares, la mayoría en reservas como Masai Mara. Si estás planificando tu safari en Africa, tienes que incluirlo en tu itinerario.
- El elefante es un animal imponente. Se trata del más grande y del más pesado. Puede llegar a superar los tres metros de altura. Esto lo convierte en un ejemplar asombroso. Es recomendable verlo, por lo menos, una vez en la vida. En el Parque Nacional Kruger puedes ver manadas de más de 100 elefantes.
- El búfalo, el más sorprendente. Pese a que muchos turistas califican al búfalo como tranquilo y manso, es probable que nos encontremos ante el más peligroso de los cinco grandes de un safari. Es un ejemplar territorial y muy peleón. Aunque pueda parecer tranquilo y nada peligroso, lo cierto es que el búfalo tiene una gran fuerza y el impacto de sus cuernos equivale al de un coche chocando contra una pared… ¡¡a 50km por hora!!
- El rinoceronte negro. En la reserva de Masai Mara podrás alucinar con este increíble e impresionante animal. Es muy probable que ya hayas visto rinocerontes, sí. Pero blancos. El rinoceronte negro es más solitario que el blanco, y también mucho más peligroso. Tiene un temperamento agresivo. Es una especie amenazada ya que la caza furtiva se centra principalmente en este ejemplar.
- El leopardo. Seguramente únicamente lo hayas visto en documentales. Sin duda, el más elegante de los cinco grandes. Es uno de esos animales que tienes que ver sí o sí en tu safari por África. Quitando las épocas de caza, se trata de un ejemplar bastante solitario. Es un animal nocturno, así que podrás verlo mucho mejor por la noche. Quedarás asombrado con la forma en que acecha a sus presas.